¡Bendita locura!

Premio para los que creyeron. Para aquellos que tras el 0-2 mantuvieron una pequeña esperanza de al menos conseguir la igualada en el tiempo que restaba. Fueron testigos de algo más, de una victoria épica, que siempre estará en el recuerdo y de la que nos acordaremos cada vez que nos veamos en una situación parecida. El Real Murcia dio la vuelta al marcador en apenas un cuarto de hora y gracias a estos tres puntos se vuelve a situar en la zona alta de la clasificación, a cuatro puntos de la zona de pelea por el ascenso y mantiene la distancia de ocho con los puestos de descenso.

Presenciamos un partido en el que nada era previsible. El cuadro dirigido por Iñaki Alonso controlaba el esférico pero el que disponía de ocasiones era el CD Alcoyano. Los visitantes, con Gato, Paco Esteban y el querido Cañadas, hacían daño con su movilidad en la zona de ataque, mientras que sus compañeros realizaban un buen trabajo defensivo que apenas nos daba opciones de peligro. Gato pudo batir la meta de Alberto en los primeros diez minutos, pero no estuvo acertado en ninguna de las dos acciones que realizó, la más clara un mano a mano con nuestro cancerbero. Mientras, para nuestros intereses, fue Oriol el que pudo ponernos por delante con un remate de cabeza que terminó en el larguero tras despejar Maestro.

Una de las claves del partido sucedería en el primer tiempo. Guille Roldán, que estuvo acertado en sus intervenciones, cogió camino de vestuarios antes que el resto. El colegiado lo expulsó por dos amarillas que le mostró en apenas dos minutos. Quedaba una hora de partido y las cosas se ponían de cara para el Real Murcia.

La salida de vestuarios rompió la idea de segundo tiempo en la que todos creíamos. Nada de madurar el partido y ya vendrían los goles. Los tantos llegaron, pero para los alicantinos. Álvaro en dos ocasiones batió a Alberto, que evitó una ventaja mayor en otro uno contra uno frente a Devesa. Momento importante fue el 1-2, en la jugada posterior al 0-2. Borja, con calidad, se aprovecha del barullo del área para recortar distancias. Hubo avalancha, Sutil al palo; Emilio fuera por poco; Pedro no acertó de cabeza… En el 82’, Cristian hizo la igualada. Pase de Richi a Pedro y éste, que revolucionó el ataque, cedió al argentino para contrarrestar la ventaja rival.

¿Conformes con el empate? No. El Real Murcia siguió encerrando al CD Alcoyano, tocando una y otra vez, abriendo a banda, con Sutil, Pedro e Isaac rompiendo a los zagueros. Así vino la remontada final. Rubén cedió a Sutil y el jiennense hizo magia. Enésima cintura que cayó al suelo y disparo con la derecha que todos miraron como pegaba en un palo y se iba hacía la red del lado opuesto. Locura, jolgorio, felicidad en estado puro para aquellos que sí creyeron.