El Real Murcia nota la baja de Amaya en la defensa, (1-2)

El Real Murcia tiene que modificar su dinámica en Nueva Condomina para amarrar cuanto antes la salvación. El resultado de este sábado no debe poner nervioso a ningún estamento de la familia, pues a pesar del mal arranque de 2012 el conjunto dirigido por Iñaki Alonso mantendrá una jornada más la renta de diez puntos respecto de la zona de descenso. Por tanto, la permanencia la seguimos teniendo en nuestra mano y estamos seguros que más pronto que tarde será nuestra.

Lo de este sábado duele porque la derrota llegó cuando menos la esperábamos, una vez se había pasado el aluvión de acciones ofensivas de la UD Las Palmas. El cuadro canario pudo dejar sentenciado el encuentro incluso en la primera mitad, tiempo en el que Javi Guerrero, en dos ocasiones, y Viera no encontraron el gol ya sea por la falta de acierto o por las intervenciones de Alberto Cifuentes. Sí estuvo más acertado Vitolo, que a los 10’ aprovechó el regalo de su compañero Ruymán para culminar una bonita jugada de ataque y poner el 0-1.

La primera aproximación local fue en el 25’, por medio de Richi. El remate del madrileño a centro de Molinero salió desviado. También lo intentó Oriol de cabeza, con la misma fortuna. A la tercera, el empate. Jugada que inició Emilio Sánchez con un pase a Cristian García, éste controla y pasa atrás para que Emilio, que entraba en el área, pusiese el esférico en la red de Barbosa.

En la segunda mitad el Real Murcia salió más mandón, pero en cada respuesta canaria se veía el peligro. Los contragolpes con Vitolo, Viera, Momo y Javi Guerrero encendían la alarma. Éste último pudo hacer el 1-2 pero Alberto y Molinero evitaron que disparara con facilidad y el manchego se hizo con el balón. Poco después, centro medido a Javi Guerrero, remate del atacante en el área pequeña y cuando todos veíamos el balón dentro apareció el de siempre: don Alberto Cifuentes. Espectacular intervención, de las que quedan para el recuerdo de todos. Le valió que Nueva Condomina coreara su nombre sin cesar.
Ahí, a falta de media hora, pareció apagarse la UD Las Palmas. El Real Murcia, por el contrario, aumentó el ritmo, la intensidad y sin crear grandes ocasiones sí tenía controlado el choque, con internadas por una banda y otra. Le faltaba el último pase, el centro adecuado. A balón parado se hizo daño, pero la defensa y Barbosa desbarataron los intentos de Jorge García y Emilio Sánchez.
De la forma menos esperada, por como se había defendido y viendo como habían atacado los visitantes, se produjo el tanto de Quiroga. Falta lateral y cabezazo del ariete argentino que ponía el 1-2 en el 80’. Hasta el final, 14’ con el descuento, se intentó arañar un punto pero se puso más corazón que cabeza. No se consiguió.